Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Corintios 2, 11-17

11 para que no seamos engañados por Satanás, pues no ignoramos sus
propósitos.

12 Llegué, pues, a Tróada para predicar el Evangelio de Cristo, y aun
cuando se me había abierto una gran puerta en el Señor,

13 mi espíritu no tuvo punto de reposo, pues no encontré a mi
hermano Tito, y despidiéndome de ellos, salí para Macedonia.

14 ¡Gracias sean dadas a Dios, que nos lleva siempre en su triunfo, en
Cristo, y por nuestro medio difunde en todas partes el olor de su
conocimiento!

15 Pues nosotros somos para Dios el buen olor de Cristo entre los que
se salvan y entre los que se pierden:

16 para los unos, olor que de la muerte lleva a la muerte; para
los
otros, olor que de la vida lleva a la vida. Y ¿quién es capaz para esto?

17 Ciertamente no somos nosotros como la mayoría que negocian con
la Palabra de Dios. ¡No!, antes bien, con sinceridad y como de
parte de
Dios y delante de Dios hablamos en Cristo.